martes, 14 de julio de 2009

Asociación de las Víctimas del Metro del 3 de Julio

De ese día recuerdo algunas cosas, principalmente sensaciones. Lo primero, recibir un sms de un amigo italiano “State bene?, rispondimi prego” (estáis bien?, respóndeme por favor). Le llamé por teléfono y desde Italia me informaron de lo que estaba sucediendo en mi ciudad, a unos centenares de metros de donde me encontraba en ese momento. Abrí la ventana del despacho y el sonido de las ambulancias me hizo entender la gravedad del asunto. Trabajo cerca de un importante hospital de la ciudad y la familiaridad con que se interiorizan los ruidos cotidianos te hacen percibir como normal situaciones que son algo más que extraordinarias.

En aquellas fechas los valencianos vivíamos en estado de sitio. Un batallón de urinarios públicos había tomado la ciudad, el tráfico estaba cortado en muchos puntos y el acceso a algunos barrios era una auténtica aventura. Desde los balcones se anunciaba el evento, y donde tradicionalmente aparecían una (o varias) bombonas de butano, ahora se veían estandartes que indicaban la esperaba o no de alguien, que al igual que en las novelas de Harry Potter, nadie se atrevía a nombrar. Y en medio de esta locura sucede en mi ciudad el peor accidente de la historia del metro en España (y por lo visto supera a cualquier otro sucedido, por ejemplo, en EEUU)

No es mi intención relatar aquí la visita del Papa a Valencia de hace tres años, pero sí la de reivindicar aquel otro suceso trágico, que convirtió a Valencia -conocida en todo el mundo como la ciudad de los grandes eventos- en la ciudad organizadora del mayor evento trágico de la historia del metro en España del que -al contrario que el resto de los eventos que se producen en esta ciudad- nadie ha querido colgarse las medallas.

Es por eso que me gustaría hablar del máximo responsable político de la gestión del evento que salió mal, el Conseller García Antón. Este ingeniero de Caminos, técnico del Ayuntamiento de Benidorm, entró en política de la mano de Eduardo Zaplana como segundo del Conseller Cartagena -aquel amigo de Zaplana al que circunstancias de la vida le llevaron a cruzarse con unas monjas de clausura que acabaron mostrándole el camino de la via contemplativa, apartándolo de la política primero y de la vida civil después gracias a una sentencia por la que ha sido condenado a 4 años de prisión- . Pero de quien hablábamos era de García Antón y no creo que sea adecuado confundir ambos perfiles porque si el Conseller Cartagena dimitió cuando llegó el escándalo, García Antón sigue empeñado en no ver responsabilidades políticas en lo sucedido.

Pero sigamos con su biografía. El Conseller es conocido por fundar un despacho profesional en Benidorm con su cuñado Rafael Pastor -hermano de su mujer, la ex Alcaldesa de Pilar de la Horadada- que ha sido objeto de denuncias por las contr5overtidas adjudicaciones de las que ha sido objeto y por supuesto, por las altas dosis de posible enchufismo en las personas de sus hijos, así como de un sinfín de cosas más que tampoco ha lugar extenderse aquí con ellas. Pero sobretodo lo que me gustaría resaltar de la personalidad de García Antón es su conocida afabilidad, su habilidad en deshacer crispaciones y por caracterizarse entre el mundo político del PP, en ser eso, animal político.

Después de tres años y varias sentencias judiciales, el accidente más grave de la historia del metro en España se ha resuelto sin responsables y con un único culpable: el maquinista del convoy que falleció también en el accidente. Pero tampoco quiero entrar a valorar las distintas sentencias judiciales que eximen de responsabilidad sobre la tragedia a Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana y al máximo responsable de la gestión de este ente en ese momento, el Conseller García Antón.

Lo que sí que me gustaría es hacer netender lo que significa el término "responsabilidad política "–wikipedia-: “…la responsabilidad política es también evaluada por los ciudadanos cuando, asumiendo el papel de electores en un sistema democrático, valoran el uso que los gobernantes han hecho del poder, aplicando cualquier tipo de criterio para evaluar su desempeño y no una norma jurídica. Por lo tanto, la responsabilidad política no se subsume bajo la responsabilidad jurídica, como la legitimidad política no se subsume bajo la legalidad jurídica…”

Esto viene a significar algo así como que la responsabilidad de los políticos consiste en proponer y llevar a cabo líneas de actuación, en base a las cuales los ciudadanos les hemos elegido libremente con anterioridad (no tiene pues que ver exclusivamente con el cumplimiento de la legalidad, que se sobreentiende). Por lo que cuando la gestión de una propuesta -o la propia propuesta- hace aguas, es bajo la responsabilidad del político que la gestiona, ya que es su obligación anticiparse a los acontecimientos poniendo en marcha aquellas medidas preventivas necesarias que impidan y minimicen riesgos, sobretodo sobre los ciudadanos, y si aún así la magnitud del fracaso es tal como la vivida el 3 de julio de 2006, es su responsabilidad la de asumir su incapacidad para gestionar aquello para lo que fueron elegidos.

Si a todo ello le sumamos que incluso hay un posicionamiento político claro para no escuchar a los que más directamente han sufrido la tragedia, para ningunearles en su dolor, para silenciar su reivindicación llegando incluso a vulnerar sus derechos más básicos de libertad de expresión, simplemente por el mero hecho de buscar respuestas…. A mi solo me queda decirle al Conseller García Antón (aunque ya no lo sea de Infraestructuras, por algo será) es que si no dimite por responsabilidad política, al menos que lo haga por vergüenza torera.

4 comentarios:

  1. Torera no se si será, pero una vergüenza como una catedral, si que me da de ver como se ha tratado este tema.

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  2. Viendo el proceder general del gobierno Valenciano que en ningun momento toma la iniciativa en nada esconde la cabeza como las aveztruces delante de los verdaderos problemas se gasta el dinero de los contribuyentes en eventos y comidas suntuarias en plena crisis no es de extrañar que actuen de ese modo y es más ellos se sienten "indultados" de su responsabilidad politica por los votos. Pero quien coño los vota hay tantos pperos como para vapulear de forma tan evidente y durante tanto tiempo a la oposición o ocurren más cosas que la citada oposición debería estudiar:
    1º La falta de un mensaje ilusionante y de unos líderes que lo transmitan de manera clara e inequivoca.
    2º La falta de agresividad delante de las mentiras, la falta de transparencia, la prepotencia y el vacio mental de la gente que nos gobierna que no es más ni menos que la falta de lideres con ideas claras.
    3º Concejales y de diputados que solo van a por el coche oficial, las dietas y las comilonas que les pagan la gente que esta en el poder, esos no sirven y si no tienen empleo al puto paro porque son unos sobornados que les hace ser incapaces de presionar y exigir todo los contratos dados a dedo y que pasan por delante de sus narices eso es más que incompetencia.
    4º Meditar porque la gente humilde piensa que votando al pp va ha ser participe del poder y piense reduciendo al absurdo de porque tengo que cambiar mi voto si todos son iguales.
    5º Señores politicos de la oposición no eten en un rincon lamiendose las heridas, liberense de los lastres inutiles que durante años no han sido capaces de oler la corrupción que pasa por delante de sus narices y muerdan ahora porque la fiera esta enferma y si no son capaces de hacerlo vayanse.
    6º Aprendan de Angel Luna es el único que merece respeto.

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  3. Pues si, y ahora que estamos en los Sanfermines, mas logrado aún. Lo malo es que es que en esta comunidat no dimite ni el obispo.

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  4. Efectivamente la táctica de la "anestesia para todos" le esta dando unos réditos al partido en el gobierno espectaculares, aquí "to dios" está anestesiao, hasta la oposición (salvo honrosas excepciones). Y claro, todo el mundo sabe que los protocols médicos dicen que el uso de la anestesia es inversamente proporcional a la verguenza torera (o al reconocimiento de responsabilidades, que a mi ya me ha quedado claro que es lo mismo)

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