Sin título

Siguiendo los últimos acontecimientos que ocurren en la CV, pretender que el sr. Camps y sus consellers, en especial el sr. Cotino, atiendan las peticiones, demandas, reinvidicaciones en materia de servicios sociales es una quimera. Un gobernante, me da igual el nivel institucional en el que se encuentre y me atrevería a decir que con independencia ideológica, siempre y cuando estemos en una sociedad democrática, tendría, es mas debería ser una persona con un alto grado de cordura y sensatez. Cordura para estar atento y ocupado de la realidad de los ciudadanos, y sensatez para saber gestionar recursos, acorde con necesidades, y en absoluto utilizarlos de modo partidista y sin escrúpulos para obtener beneficios personales.

Oyendo al sr. Camps, a la alcaldesa de Valencia y demas correligionarios, decir lo que se les ocurre, para evadir la responsabilidad que su cargo les otorga, me reafirmo en pensar, que se encuentran en una realidad distinta a la del resto de los mortales. Sus actuaciones prepotentes, su aceptación de que es normal que un cargo institucional reciba regalos, su mentiras (no solo en la cámara autonómica, sino también en los juzgados), me siguen conduciendo a una vida paralela ajena a la vida cotidiana en la que muchas personas se están quedando fuera del sistema de protección social.

Tener un "Molt Honorable" que miente y unos colaboradores que aún con la que les está cayendo quieran convencernos que "su virtualidad" es la correcta me parece la mayor de las perversiones, ya que están utilizando sus mecanismos de poder para lograr sus objetivos. En alguna ocasión, he comparado la situación de la Comunidad Valenciana con el cuento "El traje nuevo del emperador" (aún no habían aparecido los trajes), pero la utilización de los mensajes que están haciendo, la construcción de "otra vida falsa" que desde tiempo vienen realizando, me lleva a otra novela "Un mundo feliz". Yo no quiero eso, no nos lo merecemos!