Uno de los fenómenos que en los últimos años se está poniendo de moda es el conocido como “mobbing inmobiliario”. Curiosamente, y en síntesis, se trata de deshacerte de tu cliente, y consiste básicamente en acosar a inquilinos de viviendas de renta antigua, sometiéndoles a presiones por parte de la propiedad, con el fin de provocar la rescisión de sus contratos, y reconvertir los inmuebles en negocios más rentables, como nuevas fincas que pondrán en el mercado, por supuesto más caras.
El método de actuación siempre se repite: primero se intenta llegar a un acuerdo con los inquilinos para que abandonen de manera voluntaria el edificio que ocupan, y si esta maniobra no surte efecto, los propietarios provocan (o dejan que se provoquen), toda clase de deterioros en el inmueble, no cumpliendo pues con la obligación de conservación que atañe al arrendador, cortes de luz y otros servicios básicos, saqueo de buzones... e incluso llegando en algunos casos a las amenazas y coacciones, hasta que los vecinos no aguantan la presión y 'tiran la toalla' abandonando su casa. Estas acciones se consideran como un tipo de acoso, son denunciables, y ya existen sentencias judiciales favorables a los vecinos acosados.
Catalunya ha sido pionera en el tratamiento de este tipo de conducta delictiva, así la primera sentencia dictada al respecto y la mayoría de los casos que están en manos de la justicia, se localizan en esta comunidad, que ha sido también pionera a la hora de intentar tipificar el delito en el art. 45.2c del “projecte de llei del dret a l’habitatge a Catalunya” que define por primera vez jurídicamente el delito de mobbing inmobiliario. Del mismo modo, el ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat han puesto en marcha un proyecto coordinado que consiste en un servicio de atención y mediación, que gestionará el ayuntamiento, y la creación de la figura del primer fiscal especializado en casos de acoso inmobiliario de toda España.
Vídeo Mobbing Inmobiliario
Numerobis, asusta la frialdad con que se percibe un fenómeno que afecta a familias enteras de una forma tan horrible. Conozco un caso en el Carmen en Valencia, que aún no siendo yo la afectada, no se lo deseo ni a mi peor enemigo. En cualquier caso, me alegro de que se vayan aceptando estas situaciones como problemas sociales que son, y que se dote la administración de medios y de criterios para que la justicia sea realmente para todos.
ResponderEliminaranónimo lleva mucha razón, es tremendo que hemos llegado a una situación de asimilar como normal situaciones extremas de acoso sobre las personas, en las que lo material prima por encima de cualquier otra cosa, posiblemente cambiar las cosas pasa por hacer denuncias como las de numerobis y también como las que hizo, ayer, la cuatro en callejeros, mostrando la degradación del cabañal, una zona de Valencia a escasos centímetros del glamour de la Copa de América y del Circuito de Formula 1. "que bonita está Valencia"
ResponderEliminarnumerobis, enhorabuena tocas un tema que afecta a mucha gente y que esta ocasionado simplemente por la codicia ajena por la cultura especulativa que se ha ido instaurando, propiciada por la propia administración, modelo de especulador activo, si los servidores publicos, de forma pasiva e incluso acytiva estan haciendo lo que hacen¿porque los propietarios no van a hacer lo mismo? y porque no se va a consentir que se formen empresas cuyo unico objetivo es comprar inmuebles ocupados por gente en alquiler para luego acosarlos hasta que se vayan, a base de hacerlos vivir en condiciones infrahumanas y matarlos a disgustos? mucha copa del america, mucho circuito y mucha Valencia bonita pero tambien mucha miseria y mucho dolor entre los mas desfavorecidos. El gobierno valenciano no es ajeno a todo esto, de su comportamiento de hace modelo, ¿modelo cristiano?. El señor Camps deberia apostatar de la fe que dice profesar, esto es un pecado mortal y el señor Cotino deberia sin mas ser excomulgado, pero para eso la jerarquia de la Iglesia catolica deberia ser decente y eso es un imposible.
ResponderEliminarEfectivamente es muy complicado sacar las emociones de un conflicto que es básicamente "emocional", y en el que uno se encuentra hundido hasta las cejas. Pero coincido con anónimo y con acosada en que hay que abrir cauces sociales y legales que protejan a los ciudadanos de estos abusos y que impliquen al resto de la sociedad a denunciar y no permitir que se produzcan. Vivimos en una sociedad que ambiciona ser el "listillo" que se salta la cola o el que da el pelotazo, en lugar de censurar estos comportamientos: el resto somos los "pringaos" que perdemos un lugar en la fila, o tenemos que pagar más caro un derecho constitucional para que otro se enriquezca.
ResponderEliminarEfectivamente es muy complicado sacar las emociones de un conflicto que es básicamente "emocional", y en el que uno se encuentra hundido hasta las cejas. Pero coincido con anónimo y con acosada en que hay que abrir cauces sociales y legales que protejan a los ciudadanos de estos abusos y que impliquen al resto de la sociedad a denunciar y no permitir que se produzcan. Vivimos en una sociedad que ambiciona ser el "listillo" que se salta la cola o el que da el pelotazo, en lugar de censurar estos comportamientos: el resto somos los "pringaos" que perdemos un lugar en la fila, o tenemos que pagar más caro un derecho constitucional para que otro se enriquezca.
ResponderEliminarRespecto a lo que nos apunta Diógenes, a diferencia del Ayuntamiento de Barcelona, el de Valencia, a través de su concejal Bellver, en una rueda de prensa en la que se trataba el acoso inmobiliario denunciado por algunos vecinos afectados por el Plan de la Muralla (26/11/2007)dijo lo siguiente: "algunos vecinos comunicaron que por parte de algún constructor o promotor se estaba sometiendo a acoso inmobiliario a algunos" de los residentes en el barrio de El Carmen. Apuntó en aquel momento a quienes se sentían acosados que podrían recurrir a los juzgados de guardia para denunciar esta cuestión o acudir a los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Valencia, desde los que "se les asesoraría y respaldaría". (nota de Panorama-actual.es) Rechazando de pleno la propuesta que acababa de proponer la ministra Chacón, sobre instauración de asistencia legal gratuita a las víctimas de acoso inmobiliario, en coordinación con los ayuntamientos. Por último te diré que en el argot inmobiliario,comprar inmuebles con inquilinos se conoce como "comprar edificios con gusano". Tremendo.
ResponderEliminar