Hienas

Imagen: El País

Yo hoy no quiero hablar de política. No quiero hablar de por qué el gobierno valenciano gestiona lo que es nuestro como si nuestra tierra fuese su cortijo. No tengo ganas de hablar de aeropuertos sin aviones, o de bibliotecas sin libros como el inaugurado en Villareal. No me apetece hablar de las mentiras y la manipulación informativa que se hace desde Canal 9, o de la falta de respuestas de quienes nos gobiernan ante el cúmulo de irregularidades, y tejemanejes, que no se van a poder tapar con tres trajes y dos corbatas.

No quiero hablar de todo eso. Hoy quiero hablar de la risa. Dicen que la risa es algo que nos identifica como humanos. Pero sin embargo también ríen las hienas. ¿Han visto ustedes las imágenes en vídeo o en fotografía de dirigentes del PP con la boca llena de risa? ¿De qué se ríen? Son risas escandalosas, obscenas, risas arrojadizas, risotadas que hieren la sensibilidad del espectador. ¿Tienen estos personajes motivo para la risa? Son risas ilegales; risas imputadas; “risas impropias”. Los que somos ciudadanos honrados, que nos ganamos lo que tenemos con nuestro trabajo diario, no nos reímos. No nos hace gracia. Menos aún debería hacerle a ellos. ¿Por qué se ríen entonces? ¿Y de quién se ríen? Piénselo. ¿Son risas de hiena de antes del festín, o de panzas satisfechas de después del banquete?

A ver si por una vez se cumple el adagio, y conseguimos entre todos que quien ría el último sea el que ríe mejor.