miércoles, 23 de febrero de 2011

Brasil, la felicidad y Coca Cola

Hasta ahora habíamos oído hablar de derechos de primera generación y derechos de segunda generación, vinculados a unos determinados logros que venían a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de la dispensación de bienes y servicios que contribuyen a resolver los riesgos y la situación de necesidad a la que se enfrentan cotidianamente los ciudadanos. La noticia ha saltado en uno de los países denominados como emergentes, el Senado brasileño aprobó, a través de la Comisión de Justicia y Ciudadanía, una enmienda constitucional para que se incluya la "búsqueda de la felicidad" como un derecho establecido.
La iniciativa es impulsada por la organización no gubernamental Movimiento Más Feliz, que se inspiró en una propuesta lanzada en 2009 por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, para crear un índice alternativo al Producto Interno Bruto (PIB) para medir el bienestar de una nación. El indicador adoptado por Francia está basado en un estudio de dos Premio Nobel en Economía, el estadounidense Joseph Stiglitz y el indio Amartya Sen, y contempla valores inmateriales como la calidad del sistema de salud, del transporte público y de la educación para medir el progreso.
Parece sugerente la inquietud de un pueblo por alcanzar una meta tan elevada como la felicidad de todos sus ciudadanos, no obstante la paradoja está muy presente en una intención que se manifiesta de forma tan difusa e incluso interpretable como es la sensación de ser feliz, algo que, conforme dicen algunos expertos, pertenece a la parcela individual y subjetiva. En todo caso hay que recibir la iniciativa como un síntoma del espíritu de una sociedad que está cambiando y pretende iniciar uno viaje hacia esa Ítaca inalcanzable de búsqueda de un estado difícil de identificar pero que supone todo un reto colectivo.
Lo más sorprendente de todo esto es que indagando más información sobre el tema, hemos descubierto que la felicidad no preocupa solamente a los brasileños, una multinacional, posiblemente la multinacional por excelencia, efectivamente, nos referíamos a Coca Cola cuenta, con un Instituto cuya finalidad exclusiva es analizar y tratar la felicidad, vaya sorpresa, ahora resulta que coinciden el senado brasileño y la “chispa de la vida”,

2 comentarios:

  1. Está muy bien la iniciativa brasileña,Welfere,pero solo hay que vernos a los valencianos para darse cuenta de que eso de la felicidad hace ya tiempo que lo conseguimos aquí.La calma es total, las expectativas colmadas,el futuro brillante, el presente pletórico.
    Ahora más que nunca somos el Levante Feliz.

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  2. y a mi que me suena más a infeliz, en el sentido de ingenuos que a los valencianos nos engañan como a chinos..., pero a lo mejor llevas razón Zigurat y el personal es feliz con esto que tenemos, que cosas más raras psan por aquí

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