Bueno, ya está ahí

Efectívamente el 2011 ha venido, nadie sabe como ha sido, pero casi todos tienen una idea muy clara de lo que nos espera .El panorama que se atisba es bastante sombrío, la economía no acaba de despegar, la pluralidad informativa ha perdido a su buque insignia con el cierre de CNN+, y en cuanto a lo político parece que los indicios, las vísceras analizadas nos ofrecen un panorama sumamente inquietante. Parece que nos encontramos en los albores de algo muy parecido a una era glacial en forma de de ciclo monopartidista en el que todo aquello que no sea bendecido por la cúpula conservadora tiene escaso recorrido. Para llegar a esa situación, de momento, cualquier desliz de la izquierda es sometido a escarnio y linchamiento en la plaza pública, traducida en los múltiples ágoras mediáticos al servicio del señor de los anillos ( ¿o era de los hilillos ?).

Tal y como están las cosas, da la impresión que los deseos de felicidad en el año que ahora comienza, al menos en lo político, lo han pronunciado, con mucho más convencimiento los seguidores de un partido que está "tocando el cielo", que ya se ve con todo el poder y además pretende derrotar a sus contrarios como hace el Barsa, con humillación y escarnio, para que les cueste levantarse y de esa manera tener carta blanca para poder gobernar sin oposición y sin prensa crítica, (bueno esto último parece que ya está casi conseguido). La duda es si todos estos augurios van a llegar a ramos de bendecir, si la debacle de mayo se produce en los términos cantados, y también si el relevo en la Moncloa es absolutamente inevitable. Por nuestra parte nos negamos a ejercer el noble arte de la futurología, y menos en el campo de la política, donde la incertidumbre, las incertidumbres, son el necesario combustible que da aliento. Además como todos los seguidores de este blog saben, SoloBienestar no hace no hace política, pero se divierte mucho con la política, y precisamente por eso, desea feliz 2011 a todos y a todas, y la única forma real y efectiva de que se cumplan estos deseos tan universales es que la esencia de la democracia se mantenga, la representación y la representatividad de todos sea efectiva y no se lapide a los que no compartan una forma hegemónica de entender la sociedad, especialmente cuando el pensamiento único también afecta los derechos sociales y la vida privada de las personas.