CRISIS ECONÓMICA

Uno de los efectos mas inmediatos de la crisis económica es el aumento del paro a niveles realmente alarmantes. Alarmantes por las consecuencias que acarrea la falta de ingresos en una familia, las dificultades para mantenerse, el cambio de hábitos, la angustia diaria de cómo llegar a fin de mes y todo el sufrimiento que hay detrás. Por eso, el que las primeras y mas urgentes medidas que se propongan vayan encaminadas a fomentar el empleo es lógico. Pero una simple operación aritmética nos hace ver que el número de empleos que se prevén no llegarán a cubrir el número de parados que se espera. Por tanto habrá que, paralelamente, buscar otra serie de medidas que aborden de lleno el urgente problema de la pobreza y las carencias vitales que sufren quienes carecen de ingresos. Y hay muchas formas de hacerlo. De forma discreta y lógica con ayudas dignas dirigidas a quienes carecen de ingresos, evitando su sufrimiento y la degradación de su situación y otra, gastando más en publicar lo que se va a hacer y quien lo hace, que en las ayudas reales que finalmente llegan a quienes las necesitan..

El agilizar e incrementar medidas ya establecidas como las existentes en casi todas las comunidades, cercanas al salario social, (como la Renta Garantizada de Ciudadanía en esta Comunidad) previenen carencias importantes, alivian sus consecuencias y respetan la dignidad del ciudadano.

La propuesta de Izquierda Unida de establecer un nuevo subsidio para parados sin ingresos me parece digna de apoyo y va también en la misma dirección.

Son medidas que buscan evitar nuevos pobres, inyectándoles ingresos.

Por eso me sorprende, por lo irracional, que no se utilicen los medios normalizados que ya tenemos para apoyar a familias con necesidades y que contribuirían a aliviar su situación. Y esto me lleva una vez mas a la Ley de la Dependencia. Al parecer la Consellería de Bienestar Social adeuda el mes de diciembre a 3.500 cuidadores. Así poco se les ayuda a sortear la crisis económica.

Tampoco ayuda el que el Modelo Valenciano de la Dependencia se asiente sobre un sistema de subvenciones anuales que no ayudan ni a consolidar dicho modelo ¿qué modelo?, ni a agilizar la llegada de recursos a las personas en situación de dependencia. Como muestra, el despido o la no renovación de contratos a trabajadores sociales que llevan casi dos años trabajando en el tema, que conocen sus mecanismos, que conocen a las personas y cuya sustitución provocará, como mínimo, un considerable retraso en la valoración de las solicitudes de dependencia, ya de por si excesivamente largo, indigno de una comunidad pionera como la nuestra.

¿Le importa a alguien?