viernes, 17 de julio de 2009

El Auto del Juez Flors



He leído, con paciencia, los 18 folios del auto dictado por el Juez Flors por el que ordena la continuación del proceso por el asunto de Orange Market, y pongo por escrito algunas de las reflexiones que me ha suscitado. Escribo estas líneas la misma mañana que el Juez Flors ha citado a todos los personados en el procedimiento, y cuando esta aportación cuelgue en el blog es posible que hasta haya estimado los recursos y, por ende, la rama valenciana del caso Gürtel sea historia (aunque yo creo que no, por las razones que ahora expondré).

1.- LA ESTRATEGIA DE LA ANCHOA. A la desesperada, las gentes del PP (con Rita Barberá a la cabeza) se han lanzado a ridiculizar el presunto delito, como una cosa nimia y sin importancia, reclamando incluso una reforma del Código Penal para adaptarlo a “los tiempos actuales”. Curioso que la señora Barberá apueste por el relativismo moral la misma semana que Benedicto XVI publica su Encíclica “Caritas in Veritate” en la que se dice, textualmente, que “la doctrina social de la Iglesia ha sostenido siempre que la justicia afecta a todas las fases de la actividad económica, porque en todo momento tiene que ver con el hombre y con sus derechos. La obtención de recursos, la financiación, la producción, el consumo y todas las fases del proceso económico tienen ineludiblemente implicaciones morales. Así, toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral.” Y es que ya sabemos que la visita del Papa no fue más que otro “gran evento” más, con su propio atrezzo y ceremonia: un día nos vestimos de capitán de yate, al siguiente piropeamos a las chicas de la Formula 1 y al otro nos ponemos mantilla y velo o nos colgamos la mochila amarilla para rezar con el Papa. Vizi Privati, Publice Virtu, como aquella película de Mirlos Jancso, hoy de necesaria revisitación: las anchoas de Rita dan la medida de su catadura moral.



2.- TOTAL POR 2.500 EUROS. En relación directa con las anchoas está el argumento de los famosos 2.500 euros, que no se sabe muy bien si son el valor de los regalos o la pena que puede ser impuesta. Vayamos por partes: en el auto judicial, aunque no hay un relato de hechos probados, sí que hay un largo relato de hechos que “se desprenden” de la fase de instrucción. Conforme a tal relato, y si las cuentas no me fallan, resulta lo siguiente: a través de la trama de Correa y Alvaro Pérez, a Ricardo Costa se le regalaron 3 trajes por importe de 2.400 euros, 1 traje, 2 americanas y 3 pantalones (sin detallar importe) y en otra ocasión posterior varias prendas de vestir no especificadas. A Rafael Betoret, en diversas entregas, se le regalaron 3 trajes, 2 abrigos y 2 americanas (3.600 euros), 3 trajes, 1 americana y 1 pantalón (3.250 euros) y 1 americana, 1 abrigo y 5 trajes (importe no especificado). Los regalos para Victor Campos fueron 3 trajes, 2 americanas y 5 pantalones (4.850 euros) y 1 chaqué de confección (importe no especificado). Y para Francisco Camps, 4 trajes de encargo (devueltos por que no le acababan de acoplar bien), 1 traje y 3 americanas (3.300 euros), 4 trajes (2.880 euros) 1 esmoquin (sin especificar importe), 1 frac (que luego no se hizo), 2 americanas, “algún pantalón” y 2 zapatos de piel de potro (importe sin detallar), cuatro corbatas (438 euros) y 2 trajes a medida (sin detallar). Por las cantidades que no se detallan, la trama de Correa pagó, en cuatro partidas, un total de 30.678 euros. Al final, las cuentas no me cuadran: ¿2.500 euros? ¿dos trajes?. Sumen y verán....

3.- LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. Otro de los argumentos favoritos del PP es el de denunciar que se está obligando a Camps a demostrar que pagó sus trajes, cuando quien tiene que demostrar que no los pagó es la acusación. Y, de añadido, dicen que al final es la declaración de una persona (el sastre) contra las declaraciones de los imputados. Craso error, porque el auto del juez demuestra con pruebas documentales que tales prendas de vestir se hicieron para los imputados (Camps, Campos, Betoret y Costa), demuestra que figuraron en contabilidad y demuestra que se pagaron por un tercero (Pablo Crespo) vinculado a la trama de Orange Market. Para dejar más claro el asunto, se deja acreditado en el auto que la persona que realizaba el pago solicitaba y obtenía la emisión de facturas por conceptos diferentes, de manera que la operación comercial real quedaba ocultada por otra hecha bajo simulación. Vamos a ver, señores tertulianos de COPE y Onda Cero ¿si se demuestra que Camps recibió los trajes, que los pagó un tercero, y que ese tercero encima ocultó la operación con facturas falsas, no será lógico que ahora le toque al señor Camps acreditar, con un mínimo de actividad probatoria, que él sí pagó los trajes, y los zapatos, y el esmoquin, y las corbatas, y...? ¿Está en condiciones de que nos fiemos sólo de su palabra?

4.- LA GUINDA: EL RECURSO DE CAMPS. Y al final, el recurso de Camps me trae a la memoria el título de una novela de Graham Green: “El revés de la trama”. ¿Cómo pretende convencer Camps a la sociedad valenciana (y a la española) de que dice la verdad, si al final el recurso presentado se basa en una triquiñuela procesal?. Me parece ridículo que la defensa de Camps abandone en su recurso todo intento de atacar el relato de los hechos, y se acoja a un pretendido error procesal (que un proceso iniciado pro diligencias previas no puede pasar después a juicio con jurado) es una más que palpable confesión de culpabilidad. Que haya o no una condena es otra cosa...

3 comentarios:

  1. Gracias por la alaración, entre las anchoas, los zapatos de potro que no hacen juego con el esmoquin y la Cope, ya estaba yo ya hecha un lio.

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  2. ¿donde puedo leer ese auto del juez flors?

    Gracias.

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  3. En las últimas semanas se ha recogido por la prensa todas las referncias producidas por el TSCJV, del caso Gurtel, con los textos integros, concretamente la pregunta que hace Anónimo la puede contestar en la siguiente referencia:
    http://medias.levante-emv.com/documentos/2010-07-06_DOC_2009-07-06_19_02_15_autopdf.pdf

    de nada

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