Me gustaría comenzar haciendo una referencia al concepto preocupación, no en su connotación lastimosa o penosa, sino desde el significado "ocupación de". Tenemos que ocuparnos de la situación en la que se van a ver abocadas muchas personas inmigrantes con la nueva Directiva europea, y quizás una de esas acciones es seguir manifestando el rechazo que nos produce su aprobación, y sobre todo, la parte que afecta a los menores, de su posible no retorno al país de origen.
La persona adulta que emigra, mal o bien, elige salir de sus raíces, de su territorio hacia un lugar (cualquier lugar) en el que puede encontrar un futuro de mejor vida. Los niños/as, se ven arrastrados a salir de su lugar de pertenencia, no eligen porque no les corresponde, pero aunque si les toca disfrutar de su vida y crecer de la mejor manera posible, se sitúan en un doloroso aprendizaje de desarraigo. Con la nueva Directiva, me parece profundamente injusto y descabellado, que éstos puedan ser retornados a otro país. Sumemos: desarraigo, desconocimiento, desprotección = persona con graves carencias y en situación de permanente dificultad.
Quiero pensar que este aspecto de la norma puede ser cambiado o/y obviado. No podemos consentir que los niños/as que salen con sus padres a buscar otra vida, se encuentren en esta situación de desprotección. Es nuestra responsabilidad como adultos y ciudadanos, procurar y ocuparnos de que esto no suceda.
jueves, 26 de junio de 2008
Preocupación-Ocupación
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