La Presidenta de la Comunidad de Madrid, ha revelado hoy que ha puesto
"una reunión todos los viernes a las ocho
y cuarto de la mañana para ver de dónde se puede recortar" y está
encontrando "unas partidas maravillosas" de las que ahorrar dinero
"claro que queda por recortar". Por supuesto que todavía nos
quedan algunas parcelas del Estado de bienestar que no se han atrevido a
tocar, pero, según parece no es por falta de ganas, el término
maravillosa, se encuentra a mitad de camino entre lo obsceno y el
sadismo, ¿como puede pensar una dirigente política que obligar a pagar a
los pensionistas las medicinas puede ser maravilloso?, ¿como puede,
alguien, suponer que incrementar el número de alumnos por aula es
maravilloso para los alumnos, que recortar el salario de los profesores
es una gran obra?. A veces, uno tiene la impresión de que todo esto de
la crisis, les está viniendo muy bien a unos cuantos, con mando en
plaza, para convertir derechos en una gran parcela de
negocios. La forma de expresarse de la presidenta de Madrid en su
entrevista en la cadena Ser da que pensar mucho sobre esta faceta de
unos servidores públicos que parecen estar a las ordenes de los mercados
en lugar de atender a los ciudadanos. El tránsito a consumidores, a una
democracia de pago en la que tanto tienes tanto vales, está en marcha,
con cuatro viernes maravillosos más, tenemos todo el pescado vendido y
algunos y algunas enormemente felices de sus ocurrencias, tan
maravillosas. Todo esto parece una pesadilla y va y resulta que no, es
real como la vida misma.
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