La privatización a escena

Como dice la primera estrofa del himno, una vez más vamos a ofrecer nuevas glorias….al PP, los populares valencianos se ofrecen otra vez como laboratorio para experimentar la privatización sanitaria, ya lo hicieron con el hospital de Alcira que no llego a cuajar, como modelo generalizable, pero abrió la puerta a diferentes iniciativas similares. Hace apenas unos días nos vuelven a sorprender los representantes del Ejecutivo valenciano, trasladando a la opinión pública valenciana el concepto privatización, y lo hacen el mismo viernes negro que las encuestas del paro situan a la Comunitat Valenciana entre las que lideran el desempleo. Se trata de un momento en el que el impacto mediático ya está descontado por otra mala noticia y entonces no pasa nada por sacar a pasear el espantajo de la privatización. En este caso, además, da la impresión que se ha hecho un anuncio forzado por las circunstancias económicas y sin demasiada reflexión y elaboración previa. De la  comparecencia del vicepresidente Ciscar,  se pueden desprender algunas cosas:  todavía no hay ningún plan elaborado, ha sido una ocurrencia recietne, con la única finalidad de salvar las cifras negativas que no le cuadran al Conseller de Economía, En segundo lugar sorprende y escandaliza el carácter unidireccional de la propuestas, no se ha consultado con los agentes sociales, no se han buscado apoyos, alianzas, mejoras, simplemente se impone y se acabó, en tercer lugar, desde la barrera y con la poca información que se dispone parece que semejante engendro no se ha elaborado en las cocinas del gobierno valenciano, más bien han sido determinadas empresas, con interés por "pillar" parte de la tarta sanitaria las que se lo han propuesto a unos políticos que están con el agua al cuello y no saben como controlar un déficit desbocado. Ante una propuesta como esta, se la han comprado toda, simplemente han calculado posible beneficio económico y ya está , nadie se ha parado a sopesar las consecuencias para la sostenibilidad del sistema. Produce escalofríos esta forma de comportarse de unos dirigentes que deberían estar poniendo lo mejor de todos ellos en resolver un problema del cual son los únicos responsables y que en lugar de eso se dejan engañar constantemente por empresarios sin escrúpulos que no tienen bastante con lo que se han llevado de la Comunitat Valenciana y viene a rebañar el plato, dios nos coja confesados.