Durante muchos años, nos habíamos acostumbrado a que Europa se había convertido en el máximo referente de los derechos sociales, los ciudadanos europeos han venido disfrutando del mayor desarrollo en cuanto a servicios y prestaciones de toda la historia, logros impensables hace apenas unos años se han venido implantando y los han estado disfrutando muchos millones de europeos. Además esta forma de vivir tenían un importante respaldo entre la mayoría de los integrantes de los países de la Unión, no solamente porque significaba algo propio de esta forma de ser Europeos, especialmente porque le afectaba cotidianamente a su vida cotidiana y le incorporaba importantes ventajas. Precisamente por eso resulta llamativo lo que viene ocurriendo en los últimos tiempos. Las famosas 60 horas semanales, los dieciocho meses de retención a los inmigrantes, son ejemplo claro del giro copernicano que ese está produciendo en las prioridades de los actuales responsables de la Unión. Las declaraciones y el talante de importantes líderes como Sarkozy y Berlusconi, tampoco invitan al optimismo, pero lo más grave es la falta de horizonte social, ¿alguien tiene noticias acerca de cuáles van a ser las fórmulas que se van a utilizar para mantener los niveles de bienestar en los países europeos, y cuál va a ser el papel de la Unión en esta tarea? Está claro que no resulta fácil hacer compatible el bienestar en un mundo globalizado, presumir de escaparates llenos, mientras que la gente pasa hambre a pocas horas de viaje resulta un juego complejo, pero evitar las visitas y cerrar los ojos a cualquier realidad, que no sea la nuestra, tampoco parece que sirva de mucho. Hay algunas voces que reclaman la falta de líderes europeos de verdad, otros pugnan por recortar los niveles de bienestar alcanzados y pretenden volver al mercado como regulador básico del bienestar. Ninguna de estas propuestas se encuentra en el origen del proyecto de construcción europea. A lo mejor además de líderes políticos, ha llegado el momento de la sociedad civil, si faltan líderes, posiblemente también se eche en falta el impulso de una sociedad organizada que haga propuestas y, sobre todo, que no permita ni un solo paso hacia atrás en derecho sociales. Europa debe seguir siendo ese gran caladero de lo social en el que los ciudadanos tengan posibilidades de crecer y desarrollarse con niveles de calidad de vida equiparables entre todos y no dejarse conducir por un mercado cada vez más despiadado, generador de importantes asimetrías, desgraciadamente las cosas parece que no apuntan en ese sentido.
hoy leyendo la prensa, un reputado periodista decía que no nos engañásemos, que en Europa sólo hay dos lideres de la derecha decentes, Ángela Merkel y Mariano Rajoy. Quien dice esto es ahora corresponsal del periódico en Roma (antes lo fue en Londres y Nueva York), así que no esperemos mucho más de lo que hay. Ahora bien, lo que vendrá sí que está en nuestras manos, y si no, avisadme que me buscaré un curro de banquero para que me prejubilen a los 45 y que les den.
ResponderEliminardesorientado, yo no he ledo al reputado periodista que citas pero estoy completamente de acuerdo con él, nadie como Merkey y Rajoy para liderar una Europa descafeinada y sobre todo escasamente social como la que estamos soportando, esto no quiere decir que no eche de menos a personajes como Miterrand, Delors, Kool o el propio Felipe Gonzalez que si pusieron las bases para el desarrollo de una Europa con una inequívoca vocación de construir un espacio social europeo, recuerda la famosa frase: "Europa será social o no será", el aforismo no augura nada bueno, no se que ganas tenemos de subir a un barco que emprende una ruta muy alejada de la prevista inicialmente, ......en otro orden de cosas, si te enteras de como se hace eso de la prejubilación a los 45, no seas egoista y nos dices que tenemos que hacer
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