jueves, 15 de marzo de 2012

Pilar resquebrajado

En algún momento alguien identificó las nuevas prestaciones que daban apoyo a las personas dependientes como el cuarto pilar del bienestar, una afirmación sumamente discutible ya que esa posición la vienen ocupando desde hace algún tiempo los Servicios Sociales. Más allá del ranking, es cierto que la Ley 39/2006 ha supuesto un avance muy importante para un millón de personas dependientes que se han integrado dentro de los sistemas de protección social de este pais, ahora bién, según informa Europa press, no corren buenos tiempos para este nuevo “pilar”, que ya ha dejado fuera del sistema a un porcentaje muy elevado de personas necesitadas, nada menos que 300.000 solicitantes están pendientes de recibir los beneficios que la Ley les garantiza. Hay una gran coincidencia para afirmar que la ley está paralizada y en retroceso, no sólo para los dependientes moderados, sino para todos, incluso algunas comunidades autónomas gobernadas por el PP, pretenden cobrar una tasa a cada ciudadano para ser valorado, algo que, hasta ahora era gratuito se pone como ejemplo a Murcia que ya cobra 30 euros por ese trámite.Incluso, se está estudiando imponer el copago para los centros de día, las estancias nocturnas y la ayuda a domicilio. La vida tiene sorpresas, sorpresas tiene la vida, !ay dios!, todos mirando hacia sanidad y el riesgo del copago, del repago o del requetepago, mientras que por la puerta de atrás, por la atención a la dependencia, se está colando de forma silente una forma regresiva y dualizadora de entender las prestaciones sociales.

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