Últimamente me están viniendo a la memoria aquellos recortables de mi infancia con que los niños jugábamos; los niños recortábamos tanques, y las niñas recortaban vestiditos para colocar en las figuras -también recortadas-de sus muñecas. Entonces el sexismo campaba a sus anchas, y no lo iba a hacer menos en los recortables.
Hoy los prebostes que nos dirigen, se pasan el día jugando a los recortables. Ahora me recorto estas pensiones, ahora me recorto estos funcionarios, ahora voy y recorto estas prestaciones, qué bien que me queda este recortable de los servicios sanitarios. El senado italiano se ha reunido para jugar a recortables con la cosa pública –vamos, o que queda de ella después de una larga etapa berlusconiana- y para introducir el copago.
Aquí ya tenemos copago desde hace tiempo, por eso los trajes los paga Camps, pero con la ayuda de su guardaespaldas o con la del Bigotes. Recortar los bigotes del Bigotes no se le ocurrió a nadie en su momento, y ahora tenemos lo que tenemos, que no sé yo si es lo que nos merecemos.
El conseller de Economía de la Generalitat de Catalunya, Más Colell, ha advertido a los funcionarios catalanes de la necesidad de nuevos recortes para ayudar a salir de la crisis. O, que hagan más cobrando lo mismo. El conseller aboga por esta medida para –lo dice el conseller no Hannibal Lecter- “ distribuir el dolor”. Al conseller se le podría decir que más le valdría que se recortase él el sueldo, y si puede ser abriendo menos la boca.
Aquí la cosa es tener ideas de por dónde recortar a los que menos tienen. Los grandes grupos financieros, las grandes fortunas-que por cierto han aumentado durante la crisis- los férreos poderes económicos, no son objeto ni de recortes, ni de exigencias, ni de presiones. Porque son los amos de la cosa.
Si yo fuese el amo de la cosa, propondría algunas medidas para eso de los recortes. Por ejemplo, propondría que en el circuito de formula 1 nos se pudiese rebasar los 100 km/h, o que para la próxima visita del Papa se utilizara una de las carrozas de la batalla de flores, o que en el canal 9, se redujese el personal a un loro que dijese todo el día:
Hoy los prebostes que nos dirigen, se pasan el día jugando a los recortables. Ahora me recorto estas pensiones, ahora me recorto estos funcionarios, ahora voy y recorto estas prestaciones, qué bien que me queda este recortable de los servicios sanitarios. El senado italiano se ha reunido para jugar a recortables con la cosa pública –vamos, o que queda de ella después de una larga etapa berlusconiana- y para introducir el copago.
Aquí ya tenemos copago desde hace tiempo, por eso los trajes los paga Camps, pero con la ayuda de su guardaespaldas o con la del Bigotes. Recortar los bigotes del Bigotes no se le ocurrió a nadie en su momento, y ahora tenemos lo que tenemos, que no sé yo si es lo que nos merecemos.
El conseller de Economía de la Generalitat de Catalunya, Más Colell, ha advertido a los funcionarios catalanes de la necesidad de nuevos recortes para ayudar a salir de la crisis. O, que hagan más cobrando lo mismo. El conseller aboga por esta medida para –lo dice el conseller no Hannibal Lecter- “ distribuir el dolor”. Al conseller se le podría decir que más le valdría que se recortase él el sueldo, y si puede ser abriendo menos la boca.
Aquí la cosa es tener ideas de por dónde recortar a los que menos tienen. Los grandes grupos financieros, las grandes fortunas-que por cierto han aumentado durante la crisis- los férreos poderes económicos, no son objeto ni de recortes, ni de exigencias, ni de presiones. Porque son los amos de la cosa.
Si yo fuese el amo de la cosa, propondría algunas medidas para eso de los recortes. Por ejemplo, propondría que en el circuito de formula 1 nos se pudiese rebasar los 100 km/h, o que para la próxima visita del Papa se utilizara una de las carrozas de la batalla de flores, o que en el canal 9, se redujese el personal a un loro que dijese todo el día:
nuestro amado Camps es un ser divino y maravilloso que ama profundamente a los valencianos, nuestro amado Camps es un ser divino y maravilloso que ama profundamente a los valencianos, nuestro amado Camps es un ser divino y maravilloso que ama profundamente a los valencianos, nuestro amado Camps...Los mercados, las agencias de calificación, o las primas de riesgo, marcan y dirigen la política que debe seguirse. Elegimos, no a quién gobernará, -que visto lo visto ya es bastante preocupante- sino que solo decidimos quién aplicará las directrices de los poderes económicos. El gobierno del pueblo se desangra. La democracia es un hermoso invento del pasado. Bienvenidos a la nueva Demorragia
Camps ha dimitido
ResponderEliminarA Rey muerto,rey puesto.
ResponderEliminarEsperemos más decencia y cordura en Alberto Fabra.Y sobre todo que el apellido no sea una declaración de intenciones.