Gurtelfobia

Con todo el respeto a los fóbicos de verdad, el sainete Gurtel nos ofrece el esperpento de la semana. El presunto cabecilla de la presunta trama de corrupción, en la que han se han visto implicados presuntos dirigentes de presuntas administraciones se ha dirigido al juez indicando que los espacios cerrados le producen claustrofobia y por tanto lo deben de sacar de la cárcel. Inmenso, solamente a un genio se le puede ocurrir una excusa, como esta. Necesita salir de la prisión porque los espacios cerrados le producen ansiedad, toma a él y a todos los encerrados en contra de su voluntad. Lo curioso es que no había manifestado ningún síntoma cuando estaba rodeado de la “creme de la creme”, en la boda del siglo, que la pudo resistir sin sufrir ataques de pánico, y la ansiedad imagino que solamente estaba relacionada con los presuntos beneficios que podía obtener con las relaciones que pudiera obtener en tan magna ocasión. Las constantes visitas al Palau de la Generalitat y los continuos encuentros, presuntos por supuesto, con dirigentes del Gobierno y del partido gobernante, y su frecuente participación en los mítines y actos electorales, rodeado de miles de personas, tampoco le originaban la sintomatología actual. Pero ahora, Correa, dice que no acaba de adaptarse al régimen carcelario, sublime, solamente falta que encuentre a un juez amiguito del alma de algún jerifalte, y tenga a bien la excarcelación por motivos de salud. Es cierto que el presunto “enfermo imaginario” adolece de una patología mucho más corriente, falta de memoria, ya que no recuerda que consta en el sumario su intención de escapar porque se sentía perseguido, por los jueces y la policía que tienen la mala costumbre de poner vigilancia, a aquellos personajes sospechosos de delitos de una cierta entidad, en su caso nada menos que lo siguiente : delitos de cohecho, tráfico de influencias, fraude fiscal, asociación ilícita, blanqueo de capitales y falsedad documental. A la vista de los hechos expuestos, es indispensable que alguien se tome en consideración su estado de salud y proceda a poner en libertad a este gran hombre que además de quedarse con el dinero de todos nosotros, ahora quiere también quedarse con nosotros.