El incólume, incombustible, inoxidable, y tantas cosas más, Conseller De Lo Que Haga Falta, Rafael Blasco, no deja pasar mucho tiempo sin regalarnos alguna nueva idea de las que jalonan su rico pensamiento político. Acallados convenientemente los ecos que lo vinculan a la promoción de vivienda haitiana (en Valencia), y su gestión en Cooperación y Desarrollo (bastante lejos de Haití), el conseller tiene tiempo y energía para eyectar una de esas frases suyas que requieren de expertos en semántica, en gramática, o en lexicología, cuando no en psicología.
Pero es que Blasco se mueve la mar de bien en el trilerismo dialéctico; aquí pongo una palabra, aquí pongo justo la contraria, aquí un capón a Zapatero, aquí hago un quiebro, aquí un exabrupto a Zapatero, aquí una dosis de victimismo, aquí una colleja a Zapatero; y si me queda sitio, hablo del agua. La idea es enmarañar el discurso, mezclar churras con merinas, y hacer lo posible por confundir a la opinión pública.
Véanse si no sus declaraciones de los últimos días:
“El presidente Camps no tiene ningún problema en aceptar ninguna oferta de cara a cara con Alarte, el problema es que la cara de Alarte es absolutamente desconocida y el que está buscando desesperadamente esa foto es Alarte”
Bien, por tanto Camps no tiene problema alguno en aceptar un cara a cara con Alarte “pero” (siempre hay un pero) “el problema” (siempre hay un problema) es que Alarte tiene una cara “absolutamente desconocida y busca desesperadamente una foto”. (¿?)
Sobre la cara de algunos yo prefiero no opinar porque hablar de cómo tienen algunos de dura la cara da para muchos chistes, pero lo que no tiene maldita la gracia es que un miembro del Consell le falte el respeto de semejante manera al líder del principal partido de la oposición, y que insulte la inteligencia de los ciudadanos de esta Comunitat. Alguien tiene que decirle a Blasco que muchos queremos ver a Alarte y los demás candidatos en la televisión pública valenciana diciendo lo que tengan que decir, y que muchos queremos ver a Camps en la televisión pública dando explicaciones de su gestión al frente de un gobierno bajo la firme sospecha de estar metido hasta las cejas en la ciénaga de la corrupción. Alguien deberá decirle a Blasco -yo se lo estoy diciendo ahora por si fuese lector de este blog- que la televisión pública valenciana no es suya, sino de todos los valencianos, y que tenemos derecho a ver en el medio público “otras caras”que no sean las mismas de siempre diciendo las mismas cosas de siempre.
Luego, Alarte, tendrá que estar a la altura y saber comunicar una ilusión, una idea nueva, una esperanza, que lleve a la ciudadanía a confiar en un proyecto político progresista y renovador. Pero esa ya es otra historia en la que habrá que ver si ese intento es nuestra “cara”, o nuestra “cruz”.
Pero es que Blasco se mueve la mar de bien en el trilerismo dialéctico; aquí pongo una palabra, aquí pongo justo la contraria, aquí un capón a Zapatero, aquí hago un quiebro, aquí un exabrupto a Zapatero, aquí una dosis de victimismo, aquí una colleja a Zapatero; y si me queda sitio, hablo del agua. La idea es enmarañar el discurso, mezclar churras con merinas, y hacer lo posible por confundir a la opinión pública.
Véanse si no sus declaraciones de los últimos días:
“El presidente Camps no tiene ningún problema en aceptar ninguna oferta de cara a cara con Alarte, el problema es que la cara de Alarte es absolutamente desconocida y el que está buscando desesperadamente esa foto es Alarte”
Bien, por tanto Camps no tiene problema alguno en aceptar un cara a cara con Alarte “pero” (siempre hay un pero) “el problema” (siempre hay un problema) es que Alarte tiene una cara “absolutamente desconocida y busca desesperadamente una foto”. (¿?)
Sobre la cara de algunos yo prefiero no opinar porque hablar de cómo tienen algunos de dura la cara da para muchos chistes, pero lo que no tiene maldita la gracia es que un miembro del Consell le falte el respeto de semejante manera al líder del principal partido de la oposición, y que insulte la inteligencia de los ciudadanos de esta Comunitat. Alguien tiene que decirle a Blasco que muchos queremos ver a Alarte y los demás candidatos en la televisión pública valenciana diciendo lo que tengan que decir, y que muchos queremos ver a Camps en la televisión pública dando explicaciones de su gestión al frente de un gobierno bajo la firme sospecha de estar metido hasta las cejas en la ciénaga de la corrupción. Alguien deberá decirle a Blasco -yo se lo estoy diciendo ahora por si fuese lector de este blog- que la televisión pública valenciana no es suya, sino de todos los valencianos, y que tenemos derecho a ver en el medio público “otras caras”que no sean las mismas de siempre diciendo las mismas cosas de siempre.
Luego, Alarte, tendrá que estar a la altura y saber comunicar una ilusión, una idea nueva, una esperanza, que lleve a la ciudadanía a confiar en un proyecto político progresista y renovador. Pero esa ya es otra historia en la que habrá que ver si ese intento es nuestra “cara”, o nuestra “cruz”.
Completamente, de acuerdo, cara, mucha cara es lo que tienen algunos y en cuanto a la cruz, efectívamente vaya cruz no tener una oposición con capacidad de evidenciar suficientemente lo que está pasando.
ResponderEliminarEste pepero converso que actúa cual Rasputín con nuestra zarina Camps, tiene el mismo respeto a la oposición que a los miembros del Consell: ninguno. Ahora le toca atacar al PSOE, pues lo hace, y lo hace cada vez de manera más mezquina, sabiéndose impune.
ResponderEliminarFelicidades, Zigurat