Estaba disfrutando de su última obra, Caín, cuando me di cuenta que era el primer verano sin el portugués universal y , de repente, no pude reprimir un impulso:
Estimado maestro que estás en los cielos y nosotros tampoco, me ha parecido oportuno llevar a cabo una iniciativa algo curiosa, pero creo que muy necesaria, compartir alguna de las cosas que nos siguen pasando en el mundo de los vivos, sobre todo, teniendo en cuenta que algunas son sumamente difíciles de entender si no se dispone de una mente privilegiada. Ahí se encuentra la base de esta excentricidad, pedir una opinión que “casi seguro” no se va a emitir, al menos de la forma en la que estamos acostumbrados, pero bueno creo que vale la pena intentarlo.
Vaya por delante mi admiración profunda por el conjunto de su obra y también de su persona, tengo una amiga a la que le gustaban sus manos y lo quiso contar en este blog, si esa forma tan actual de comunicación, esa epidemia mediática que envuelve el planeta y traslada de forma vírica, y a enorme velocidad, las ocurrencias que se originan en una parte del globo, y se descubre a muchos kilómetros de distancia. Con lo difícil que ha resultado siempre que alguien próximo se pare un momento a poner la mirada en cuatro líneas que, mostramos con enorme orgullo y queremos saber que efecto causan, ... y de repente, sin que exista ninguna relación, casi, sin venir a cuento alguien que vive en Calama, Antofagasta, Chile, se interesa por lo que opina una persona vecina de Paterna, Valencia, España, y comparte que le gustan las manos de Saramago, realmente sorprendente, mágico y sobre todo una gran esperanza para aquellos que confiamos en un mundo auténticamente global y no asimétricamente compartido.
Pero bueno, a lo que vamos, tengo que confesar que las cosas no van mejor, pero tampoco han empeorado considerablemente, la crisis económica galopa y corta el viento, a mayor o menor velocidad y empuje según la intención política de quién la interprete, lo que si va bien, es el deporte, perdón el espectáculo del fútbol, que ha ofrecido horas de gloria en todo el planeta siguiendo a los distintos representantes de países que se han visto identificados por unos cuantos jovencitos disputando un balón saltarín. Para España ha sido un absoluto impacto, no solamente hemos ganado el mundial, también ha trascendido del fenómeno deportivo a la interpretación política, aflorando algunas de esas paradojas absolutamente incomprensibles de las que nos gusta hacer gala a los españoles; en menos de veinticuatro horas y sin solución de continuidad las calles catalanas han sido invadidas por reivindicaciones independentistas, con una enorme alharaca de simbología al uso y apenas un día después, esas mismas avenidas han acogido expresiones de españolismo de una intensidad que hacía siglos que no se producían por esas tierras. Más allá de los efectos perniciosos que pueda tener esta enorme contradicción para aquellos catalanes afectados de bipolaridad en estado puro, se ha originado un ruidoso debate en el país opinando, todo el mundo, acerca del significado de esos “posos del café”, esquizofrénicos que se han manifestado en tan corto espacio de tiempo y con tan explosiva presencia, lo dicho, condición humana, complicada y por supuesto sin conclusiones, más allá de los análisis intencionados de los de siempre que arriman el ascua a su proyecto y hacen oídos sordos al clamor que pasa por su lado. No quiero terminar sin hacer una referencia a otra convulsión social que también se ha originado, casualmente, en Cataluña: por un acuerdo en el Parlamento Catalán se ha montado una enorme polémica acerca del sufrimiento de los animales, otra curiosa paradoja, especialmente por lo inadvertido que pasa el dolor de miles de seres humanos, día tras día....., pero bueno esa es otra historia. Debo terminar para no hacer excesivamente larga esta rareza fruto de una orfandad todavía reciente, pero antes quiero expresar que ya se le echa en falta, sobre todo porque no es fácil encontrar posiciones, que sin negar su sitio en el mundo utilicen su sabiduría sin ánimo combativo, sin intención de enfrentar y provocar trincheras entre las diferencias, en fin maestro esto es lo hay….., al menos de momento.
Que estupendo el libro de Caín. las conversaciones de Dios con él, me parecen magistrales,llenas de dudas y al mismo tiempo con algún toque esperanzador. Así debemos continuar, dudando y andando.
ResponderEliminarWelfare que bien tu recordatorio.
Me da la impresión que no soy el único que echa de menos al maestro, gracias por tus comentarias amiga Arganda,un abrazo
ResponderEliminarWelfare, al este maestro se le echa de menos, incluso a las que solo, por ahora, hayamos ido de su mano en dos ocasiones, una a ciegas y la otra en una balsa.
ResponderEliminarGracias.
Eféctivamente, Miranda, a la maestría, le acompqañaba sus habilidades para gobernar una balsa a la deriva y expresar los sentimientos más recónditos de los seres humanos.
ResponderEliminarFelicitaciones por la nueva portada, fresca, y un "pelín" decadente, como debe ser.
ResponderEliminarFelicidades por la nueva portada.Elegante y deliciosamente veraniega.
ResponderEliminarMuchas gracias Euridice por la nueva portada, ahora SoloBienestar se ha convertido, además, en una ventana luminosa.
ResponderEliminarGracias por vuestros halagadores comentarios. Me alegro de que os haya gustado el cambio.
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