Reconozco que los acontecimientos me superan y cada intento de escribir alguna nota en este blog lo someto a reconsideración por imperativos de la más inmediata actualidad. Creo que los intentos que desde este blog hacemos todos los que en él colaboramos, en defensa de unas políticas sociales más serias y de una asignación más justa de los fondos públicos palidecen cuando, como ahora acabamos de comprobar, detrás de la acción pública no hay una prioridades políticas o planteamientos ideológicos sino, como nos han revelado los asuntos que salpican a la Comunidad Valenciana y a la de Madrid, puro choriceo y propósito de saqueo de los fondos públicos. A costa de quien haga falta.
Reconozco que fue un artículo magnífico de Manolo Peris publicado de El País ("Camps Patinador") el que me dio la idea de intentar explicar en términos comprensible todo el rocambolesco discurso con el que nuestros dirigentes pretenden convencernos de que las inversiones en política social son, ahora, más cuantiosas y generosas que nunca.
Al final, sin embargo, el asombroso espectáculo al que estamos asistiendo estos días, con sastres, mammaciccios, bigotes, conseguidores, agentes de viajes,... como figurantes de este esperpento, me ha convencido de que una imagen vale más que mil palabras, y la que el propio Manolo Peris manejó en su artículo no puede perderse en el olvido: la de Charlot haciendo un cocktail.
Ninguna imagen puede ilustrar mejor los malabarismos presupuestarios, contables, políticos y burocráticos de nuestros gobernantes, que la de Chaplin haciendo un cocktail y agitando una cocktelera en la que se mueve todo menos la propia cocktelera, que permanece quieta y, además, su interior está vacío. Así que cada vez que escuchen a alguno de nuestros dirigentes autonómicos hablar de responsabilidad, de fondos millonarios para atender la dependencia, la integración de inmigrantes, la lucha contra la exclusión,... y sobre todo, cada vez que en estos días comparezca un conseller mareándonos con cifras irrelevantes para intentar probar su incólume honradez, ... piensen ustedes en Chaplin, que está detrás de ellos, haciendo un cocktail. Seguro que, al menos, les arrancará una sonrisa.
Pasen y vean.....
Reconozco que fue un artículo magnífico de Manolo Peris publicado de El País ("Camps Patinador") el que me dio la idea de intentar explicar en términos comprensible todo el rocambolesco discurso con el que nuestros dirigentes pretenden convencernos de que las inversiones en política social son, ahora, más cuantiosas y generosas que nunca.
Al final, sin embargo, el asombroso espectáculo al que estamos asistiendo estos días, con sastres, mammaciccios, bigotes, conseguidores, agentes de viajes,... como figurantes de este esperpento, me ha convencido de que una imagen vale más que mil palabras, y la que el propio Manolo Peris manejó en su artículo no puede perderse en el olvido: la de Charlot haciendo un cocktail.
Ninguna imagen puede ilustrar mejor los malabarismos presupuestarios, contables, políticos y burocráticos de nuestros gobernantes, que la de Chaplin haciendo un cocktail y agitando una cocktelera en la que se mueve todo menos la propia cocktelera, que permanece quieta y, además, su interior está vacío. Así que cada vez que escuchen a alguno de nuestros dirigentes autonómicos hablar de responsabilidad, de fondos millonarios para atender la dependencia, la integración de inmigrantes, la lucha contra la exclusión,... y sobre todo, cada vez que en estos días comparezca un conseller mareándonos con cifras irrelevantes para intentar probar su incólume honradez, ... piensen ustedes en Chaplin, que está detrás de ellos, haciendo un cocktail. Seguro que, al menos, les arrancará una sonrisa.
Pasen y vean.....
memorable, digno de memoria, que dice la Real Academia: Chaplin, la secuencia seleccionada, la coktelera y por supuesto la profunda reflexión acerca de lo que nos está pasando
ResponderEliminarMuy interesante Atticus, aunque con el panorama como está, la secuencia de Chaplin comiéndose su bota con cuchillo y tenedor tampoco
ResponderEliminarhabría ido mal para ilustrar como se encuentra el estado el resto de los mortales.