Los lectores veteranos de este blog (que ya los hay) saben que nos gusta bucear en las propuestas de los partidos cuando se acercan elecciones, pues bien ahora estamos en puertas de unas generales en las que parece estar todo el pescado vendido. Lo curioso es que parecen más un plebiscito o una sanción que unas elecciones al uso. Sobre todo por un motivo, el partido que sale como ganador ha tenido un especial interés por llegar al 20N sin que los electores conozcan cuales son sus intenciones. Si el resultado es como la demoscopia predice estamos muy cerca de interpretar colectivamente aquella escena de Perfume de mujer en la que Al Pacino conducía un magnífico descapotable a pesar de ser completamente ciego, en la peli se salva por los pelos pero la realidad ya sabemos todos que no tiene tomas falsas y tampoco se puede rebobinar, pero bueno, esto es lo que hay. De todas las maneras este comportamiento hermético has veces en las que tiene fisuras y aparecen atisbos a través de los que podemos interpretar algunas líneas de acción futuras, tanto en sus comportamientos como en sus declaraciones aparecen señales que nos indican hacia donde pretenden dirigir sus esfuerzos los presuntos nuevos gobernantes del destino de los españoles. Una de sus dirigentes con más mando, Cospedal, nos acaba de enseñar un camino de futuro, en cuanto a tenido ocasión de gobernar en Castilla la Mancha, ¡zas en toda la dependencia¡, aviso a navegantes los más débiles los primeros en caer en la crisis, suspendidas las ayudas....pero hay más, cuando el inefable Trillo abre la boca, su vocación de jurista de película americana lo traiciona y nos muestra como quiere ser de mayor, su última gran aportación a la causa ha sido la propuesta de recuperar la cadena perpetua en nuestro país. Más allá de la posible inconstitucionalidad de la propuesta, es sumamente dolorosa la intención de jugar con sentimientos populistas de los más bajos proponiendo algo que no está en la agenda de las necesidades de los españoles en el momento actual, simplemente para arañar algún voto de los sectores más ultras, pero lo mejor y más recomendable la fotografía del reportaje en el que en la prensa aparecen el propio exministro y Soraya Saez de Santamaría, sentaditos, cogiditos de la mano y con una sonrisa de no haber roto nunca un plato. Tacita a tacita seguiremos desgranando que nos depara el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios no están sometidos a ningún tipo de censura previa. Esperamos respeto en ellos.
Gracias por participar.