La actitud de “oídos sordos” del Consell se está convirtiendo en la marca de la casa, es su actitud habitual. Su capacidad de falsear la realidad es tal que en esta comunidad vivimos una esquizofrenia permanente.
Da igual que tengamos el porcentaje de fracaso escolar más alto del estado. Da igual que las personas en situación de dependencia estén sometidas a la angustia de esperar una respuesta que no llega. No importa que nuestro nivel de paro sea más alto que la media del estado. No oyen, no ven, su reino no es de este mundo. Sus intereses van por otros derroteros.
Por eso se permiten el lujo de no pagar a sus proveedores ”los empresarios llevan seis meses sin cobrar el bono residencia”, contribuyendo a aumentar las listas del paro. O desmantelar un centro de especialidades (el de Juan Llorens), disparando las listas de espera.
Pero lo pueden hacer y lo seguirán haciendo mientras no haya otras voces que se oigan aparte de las suyas.
Por eso nosotros no podemos estar callados, tenemos que gritar, ser visibles, sin cansarnos, o a pesar del cansancio. Como la asociación de familiares de víctimas del metro, que cada día 3 del mes se reúnen en la plaza de la Vírgen. Porque no podemos admitir el desprecio del molt honorable (así en minúsculas), porque si lo hacemos, “el nivel ético de nuestra sociedad está en juego”.
Da igual que tengamos el porcentaje de fracaso escolar más alto del estado. Da igual que las personas en situación de dependencia estén sometidas a la angustia de esperar una respuesta que no llega. No importa que nuestro nivel de paro sea más alto que la media del estado. No oyen, no ven, su reino no es de este mundo. Sus intereses van por otros derroteros.
Por eso se permiten el lujo de no pagar a sus proveedores ”los empresarios llevan seis meses sin cobrar el bono residencia”, contribuyendo a aumentar las listas del paro. O desmantelar un centro de especialidades (el de Juan Llorens), disparando las listas de espera.
Pero lo pueden hacer y lo seguirán haciendo mientras no haya otras voces que se oigan aparte de las suyas.
Por eso nosotros no podemos estar callados, tenemos que gritar, ser visibles, sin cansarnos, o a pesar del cansancio. Como la asociación de familiares de víctimas del metro, que cada día 3 del mes se reúnen en la plaza de la Vírgen. Porque no podemos admitir el desprecio del molt honorable (así en minúsculas), porque si lo hacemos, “el nivel ético de nuestra sociedad está en juego”.
Por desgracia, querida Lluna, la diferencia está en el objetivo final. Las personas no se cansan si se ven amparadas moralmente, pero no creo que nadie se movilice por lo que muy bien describía Zigurat "amor Al arte".Ellos hacen oídos sordos, y aunque algo huele a podrido en Dinamarca, el líder de la oposición debe estar ocupadísimo, no sabemos muy bien en qué, seguramente pensando en que boca cerrada no entran moscas.
ResponderEliminarPor otro lado, dichosos los ojos por verte de nuevo por aquí.
Así es, los hay atrevidos y descarados y los hay tan prudentes que no solo no hablan sino que tal vez ni piensen, pero creo que hay que seguir dando la vara a unos y a otros.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.