LA MUJER DE ROJO

Un momento tan difícil como el que están pasando los principales dirigentes del PP en la Comunidad Valenciana, que gobiernan mirando de reojo el movimiento de togas que les afecta directamente, parecía el adecuado para que la "superwoman de la city," la alcaldesa de España, este fenómeno de la política reconocido por todos, Rita Barberá, asumiera un mayor protagonismo. Parece el recambio natural si se tuviera que producir una dimisión en la presidencia de a Generalitat. Pues bien, precisamente en este momento comienza nuestra edil a cometer errores de bulto, alguien como ella caracterizada por sus aciertos y transmutar en triunfos cualquier error, precisamente ahora comienza a tomar decisiones poco acertadas, muy poco acertadas. ¿Qué le está pasando a Rita para suscribir un convenio millonario apenas unas horas antes de una sentencia que pone “patas p'arriba” el acuerdo? un sucedáneo de evento pero de coste muy elevado. ¿Por qué manifestaciones tan poco acertadas como suplicar a los organizadores que vengan a Valencia? Resultan poco edificante los términos utilizados (ruego, suplico..) en nombre de todos los vecinos de la ciudad ¿Qué le lleva a tomar una decisión tan poco popular como cobrarnos el IBI sin avisarnos previamente? En un momento en el que las familias tenemos que hacer cuentas con detalle, nos sustrae de nuestras cuentas, con alevosía y nocturnidad, el importe del mayor impuesto municipal, con la excusa, que raya el insulto, de ahorrar en arboles, sin comentarios. Por último y para no salir demasiado de nuestros temas ¿qué le pasa a nuestra alcaldesa, mimada siempre por la iglesia, para que le saquen los colores públicamente y se nieguen parroquias de Valencia a llevar una política asistencial de lo más rancio y poco efectivo repartiendo comidas a los pobres? y además, expresan públicamente que no están de acuerdo con estos métodos para combatir la pobreza y sobre todo que no quieren hacer propaganda a favor de la señora Barberá. Una explicación posible es que tenga a los dioses de espalda, haya perdido la confianza de la diosa fortuna o simplemente está en el final de un ciclo demasiado largo de ejercicio hegemónico del poder.