El enemigo 1

Señora Delegada del Gobierno del Reino de España, señores y señoras del Partido Popular, señores y señoras de esos sectores que se frotan las manos y se afilan los dientes, viendo lo bien que se están poniendo las cosas. Quiero decirles que yo también soy el enemigo. Que yo me pongo del lado de estos jóvenes valientes, que en lucha por sus derechos y contra la injusticia, salen a la calle a decirles a ustedes que no van a callarse, que no van a conformarse, que no van a inclinar la cabeza. Se acabó decir a todo que sí, se acabó comulgar con las mentiras, y lo mejor de todo, se acabó ocultar al mundo lo que está pasando en esta tierra. Los jóvenes estudiantes han salido a protestar por los recortes en la educación pública; son los hijos de los obreros, de los funcionarios, de los pequeños autónomos, los hijos de los trabajadores en una palabra. Protestan porque se les quita todo, hasta la calefacción, mientras los yates siguen fondeando en nuestras aguas, sin que nadie pregunte de donde sale el dinero para su mantenimiento. Mientras se sigue regalando el dinero público a los amigos. Protestan porque se les está hipotecando el presente, y el futuro, y porque si rechistan les envían a las fuerzas del orden (el establecido) a cerrarle la boca con la porra, y de paso a quitarles los dientes. Dicen que estos jóvenes son el enemigo, con sus separadores de libros y sus citas de Benedetti o de Neruda. Pues sepan ustedes, señores del gobierno, que el enemigo que tienen es el más grande, el más poderoso, el más invencible. Se han buscado como enemigo al que nunca descansa, porque ahora el enemigo somos muchos, y dentro de poco lo seremos todos.
zigurat