Hoy no pillo a Zigurat asi que he buscado el argumento del holandes errante: "La acción se desarrolla en las costas de Noruega en época indeterminada y narra el encuentro de unos marineros con un misterioso buque, con las velas de color de sangre, en el que viaja un personaje espectral: el holandés errante, un navegante perseguido por una maldición y condenado a navegar sin reposo, al que cada siete años se le concede la posibilidad de bajar a tierra en busca de un amor puro que lo salve, con la muerte. Daland, el capitán de la nave noruega, se lleva a casa al holandés, del que Senta, su hija, se enamora y acaba muriendo por él en prueba de fidelidad para redimirlo de la maldición que le persigue" alguien puede aclararme algo.
Mi querido Zigurat, describe con precisión inaudita al Sr. Camps, pues si hay una palabra a la que se ajuste fielmente el Molt Honorable, ésta es errar. Y aun siendo cuatro las acepciones que recoge la Real Academia Española del término, ninguna lo aleja lo más mínimo de su condición natural: 1. No acertar. 2. Faltar, no cumplir con lo que se debe. 3. Andar vagando de una parte a otra. 4. Dicho del pensamiento, de la imaginación o de la atención: divagar. Mi sincera enhorabuena.
Gracias por los comentarios de La palíndroma LaLola, y del muy razonable El sueño de la razón. También agradecido al interés de Anónimo.Para él,decir que, bien,en realidad hay tantas versiones sobre “el Holandés Errante” que podríamos aburrir a los lectores actuales, y a los venideros; y no queremos eso. Tal vez la confusión estriba en que la versión que nos da Anónimo es la de la Ópera de Wagner, que ni es la única, ni a mí me parece la mejor. A fin de cuentas lo esencial de la leyenda es que hay un tipo que da vueltas por el mundo, que ha hecho un pacto con el demonio y que todo el mundo cree que es un fantasma. Que algo de fantasma tiene el President no puede discutirse, y que “el bigotes” no es un demonio, pero al menos es un diablillo, tampoco. De todos modos yo no iba tan lejos. Solo quería unir Holanda (último viaje por ahora del President) y su calidad de “errante”. C´ést tout.
Hoy no pillo a Zigurat asi que he buscado el argumento del holandes errante: "La acción se desarrolla en las costas de Noruega en época indeterminada y narra el encuentro de unos marineros con un misterioso buque, con las velas de color de sangre, en el que viaja un personaje espectral: el holandés errante, un navegante perseguido por una maldición y condenado a navegar sin reposo, al que cada siete años se le concede la posibilidad de bajar a tierra en busca de un amor puro que lo salve, con la muerte. Daland, el capitán de la nave noruega, se lleva a casa al holandés, del que Senta, su hija, se enamora y acaba muriendo por él en prueba de fidelidad para redimirlo de la maldición que le persigue" alguien puede aclararme algo.
ResponderEliminarSe va donde sea antes de quedarse haciendo lo que toca. A ver si en uno de estos viajes, como no lo conocen, se lo quedan.
ResponderEliminarMuy bueno, Zigurat
Mi querido Zigurat, describe con precisión inaudita al Sr. Camps, pues si hay una palabra a la que se ajuste fielmente el Molt Honorable, ésta es errar. Y aun siendo cuatro las acepciones que recoge la Real Academia Española del término, ninguna lo aleja lo más mínimo de su condición natural: 1. No acertar. 2. Faltar, no cumplir con lo que se debe. 3. Andar vagando de una parte a otra. 4. Dicho del pensamiento, de la imaginación o de la atención: divagar.
ResponderEliminarMi sincera enhorabuena.
Gracias por los comentarios de La palíndroma LaLola, y del muy razonable El sueño de la razón. También agradecido al interés de Anónimo.Para él,decir que, bien,en realidad hay tantas versiones sobre “el Holandés Errante” que podríamos aburrir a los lectores actuales, y a los venideros; y no queremos eso. Tal vez la confusión estriba en que la versión que nos da Anónimo es la de la Ópera de Wagner, que ni es la única, ni a mí me parece la mejor.
ResponderEliminarA fin de cuentas lo esencial de la leyenda es que hay un tipo que da vueltas por el mundo, que ha hecho un pacto con el demonio y que todo el mundo cree que es un fantasma.
Que algo de fantasma tiene el President no puede discutirse, y que “el bigotes” no es un demonio, pero al menos es un diablillo, tampoco.
De todos modos yo no iba tan lejos. Solo quería unir Holanda (último viaje por ahora del President) y su calidad de “errante”. C´ést tout.