jueves, 3 de septiembre de 2009

Trabajo social, crisis y modelo social valenciano

Una de las primeras medidas que tomó el Partido Popular al acceder al gobierno de la Generalitat el año 1995 fue tramitar una nueva ley de Servicios Sociales que -a pesar de que tuvo una fuerte, extensa e imaginativa oposición por parte de muchos colectivos sociales y sindicales y de la mayoría de profesionales del trabajo social- se aprobó por una ajustada mayoría. La nueva ley de Servicios Sociales definió un modelo social en el cual el cambio
fundamental, al margen de la retórica del consejero de aquella etapa, Sanmartín, fue la negativa a configurar el Sistema de Servicios Sociales, como un Sistema Público.

“De aquellos polvos, estos lodos”. Por un lado, en los últimos doce años el PP ha impulsado una "producción legislativa" desmesurada que no ha tenido un correlato de financiación adecuada, ni un desarrollo reglamentario coherente y, además, todo este artefacto legislativo está impregnado de una carga moral excesiva que atiende fundamentalmente a defender una intervención social en línea con los preceptos católicos más conservadores. Un botón de muestra lo constituye la propuesta de una nueva ley de "protección de la maternidad" que
se desdice con el trato dispensado a muchas mujeres –con niños- que se ven obligadas a acudir a centros de acogida ante la falta de recursos propios.

Por otra parte, ha abierto al lucro privado la atención de los sectores más vulnerables de la sociedad valenciana y haciendo abandono de la responsabilidad pública, han creado la Agencia Valenciana de Prestaciones Sociales (AVAPSA), autorizando con esto a una entidad de gestión privada la resolución de expedientes de demanda de derechos subjetivos.

Se han reformado leyes relativas a menores con la Ley 12/2008, de 3 de julio de 2008 de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia de la Comunidad Valenciana y a la vez se han privatizado Centros de Ingreso (reeducación). La ley de Protección de la familia aparece con un marcado acento de exclusión de formas de convivencia diferentes a las establecidas por la moral católica o la ley de Mediación Familiar que tras mucho ruido ha quedado en papel mojado. Los Centros mujer-24horas son oficinas que dicen derivar a mujeres con problemáticas sociales duras a los recursos adecuados.
A ningún observador mínimamente informado no se le escapa que más que derivar, lo que hacen es enviar a la deriva a mujeres que finalmente se pierden en los recursos de la nada.

Fragmento del texto elaborado por Pep Pacheco Marco, Trabajador Social, el pasado mes de junio. Texto completo



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