El gobierno de Rajoy ha presentado unos presupuestos coincidiendo con el éxodo de las vacaciones de semana santa, en el momento en que las grandes cadenas de comunicación bajan la guardia y toman unos días de descanso, parece que estemos rememorando la legalización del PC, hace 35 años cuando un Adolfo Suárez atrevido aprovechó las circunstancias, el momento más favorable y dio un paso de gigante hacia un cambio de régimen sin billete de ida y vuelta, el tiempo le ha dado la razón, se trataba de una jugada maestra y como tal resultó. Curioso y paradójico, unos cuantos lustros después, comprobar como el gran enemigo potencial de la transición, el ejército, ha evolucionado y se ha convertido en un referente del régimen democrático, las crónicas del momento sobrecogen cuando se analiza el pulso de un país que estaba atravesando un momento de enorme inquietud. Acabamos de comprobar, que a pesar del tiempo transcurrido hay prácticas que se repiten, esta forma que ha tenido el actual Gobierno de demorar, innecesariamente unos presupuestos, primero para no alertar al electorado andaluz y asturiano y luego presentando a los “poderes comunitarios”, el borrador con los deberes y entonces y solo entonces se expone a sus principales sufridores, eso si, aprovechando el momento más oportuno para evitar su impacto mediático. En esta ocasión el Gobierno repite fechas para “hacer colar un sapo” pero está muy alejado de la valentía y el arrojo que demostró Suárez, con la escenificación del sábado santo rojo
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