miércoles, 10 de febrero de 2010

Tengo un plan



Tengo un plan”, bramaba Mariano Rajoy este fin de semana, para convencer al personal de que hay que cambiar de gobierno. Desde el estallido de la crisis económica, Rajoy viene diciendo que él tiene un plan para sacar a España de la crisis, pero hasta la fecha no sabemos en qué consiste: sólo dio hace unas semanas un adelanto, que consistía en abaratar las indemnizaciones por despido, y ante la contestación generada ha optado por guardarse el plan para mejor ocasión.

El Plan de Rajoy nos recuerda al título del último exabrupto literario de Aznar: “España puede salir de la crisis”. El expresidente culpa de la crisis,. cómo no, a los años de gobierno socialista, a “la cultura del intervensionismo y del despilfarro”, frente a la cual propone “más mercado”, es decir, una nueva “oleada de privatizaciones de empresas públicas”, una jubilación más flexible, que el salario mínimo no suba por encima del IPC y "desterrar el miedo a contratar por parte de los empresarios, es decir, cambiar la legislación laboral para que ningún empresario deje de contratar a causa de la rigidez de la normativa", que es la forma perifrástica de proponer el despido libre.

Las recetas de la derecha para salir de la crisis sabemos cuáles son; y podríamos aceptarlas si, al menos, significasen algo distinto a dejar las cosas en las mismas manos de los causantes de la crisis. Culpar de la crisis, como hace Aznar en su libro, al intervensionismo del Estado y a “la espiral de creación de derechos" que puede dar lugar a "privilegios a favor de ciertos grupos" es de un cinismo insoportable: si se refiere al matrimonio gay, no sé de qué manera puede esto influir en una crisis económica, y si se refiere al coste financiero de la dependencia, sobra cualquier comentario.

Cuando toda la comunidad internacional culpa de la crisis a la espiral especulativa de los mercados financieros, aquí el Partido Popular propone como remedio volver por los mismos caminos, lo cual sería por sí mismo un motivo para nunca volverles a votar. Recordemos que el PP, en el año 2003, redujo del 35% al 1% la tributación de sociedades especulativas (las SICAV), medida que, por cierto, en su libro Aznar atribuye a Zapatero; abarató el suelo para bajar el precio de la vivienda, provocando una serpiente especulativa inmobiliaria sin precedentes; y generalizó la contratación temporal (en su libro Aznar dice que el gobierno socialista prohibió por ley la contratación temporal, lo cual es, simplemente, una mentira).

Pero volvamos al plan de Rajoy: si lo tuviera, sería bueno para España y leal para todos los españoles que dijese cuál es ese plan. Y sería igualmente bueno que se lo trasladase a sus compañeros de Murcia, de Madrid y de la Comunidad Valenciana, comunidades que registran las cifras nacionales de paro más altas. Es la factura del modelo económico del PP.


En fin, que como bien sabemos, Rajoy no tiene ningún plan. Su plan es el de los piratas de la Posada de Jamaica que encendían una falsa luz de faro para provocar el naufragio de los barcos y apresar el botín. Rajoy sabe que la crisis es la única posibilidad que tiene de acceder al Gobierno, y que la propia inercia económica situará a quien se siente en La Moncloa la siguiente legislatura como salvador de la crisis. El diario económico Cinco Días (nada sospechoso, por cierto), señalaba que los primeros síntomas de estabilización económica estaban ya apareciendo. Los intereses de la sociedad española y los de Rajoy corren en sentidos opuestos, y a su tiempo lo podremos comprobar.

En esta estrategia Rajoy tiene, sin embargo, un claro handicap frente a la Legislatura anterior: no puede sacar a su gente a manifestarse en la calle. ¿Sería capaz el PP de convocar a los trabajadores a una gran manifestación contra el Gobierno? Claramente, no. No es lo mismo manifestarse contra el aborto o contra la educación laica, que salir a la calle a reclamar acciones contra la crisis, cuando tus propuestas van a perjudicar a los propios manifestantes.

Por eso, cuando Rajoy clama que él tiene un plan, al final nos viene a la mente la canción “Tengo una Plan”, del grupo rockero Dikers:

Tengo un plan desmantelao
y una bandera
con dos huesos que he cruzao
y una calavera

6 comentarios:

  1. Se puede decir más alto, pero no más claro. No se puede argumentar que para salir de la crisis es necesario profundizar en medidas neoliberales cuando han sido éstas, precisamente, las que han provocado dicha crisis. Si el estado no se hubiera inhibido en el control de los mercados, los bancos estadounidenses no hubieran podido llevar a cabo las prácticas amorales que les condujeron a la quiebra.

    Ahora bien, el Gobierno de España, por la parte que le toca, no creo que haya hecho ni dicho nada para atajar los abusos bancarios, sino más bien todo lo contrario, tal y como lo atestigua el gesto alegre de Botín, un pirata, perdón, un banquero.

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  2. Muy acertado.
    Hace unos días leí este artículo, que aunque fue publicado en ABC, creo que es bastante interesante:
    http://www.abcdesevilla.es/20091018/-/manzanares-rico-200910172156.html

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  3. Gracias a ambos por vuestros comentarios. El artículo de ABC está muy bien contado y ofrece, desde luego, la lectura que muchos tenemos de donde está el despilfarro. Para unos, despilfarro es reconocer derechos; para otros, el verdadero despilfarro son campeonatos de barcos, de automóviles, apertura de avenidas innecesarias, etc etc

    Se me queda mucho en el cajón, pero será bueno intentar que no prospere ese argumento de Soraya Saenz diciendo que Zapatero ha despilfarrado la herencia económica más impresionante que pudo haber recibido. ¿Qué herencia? ¿Un crecimiento a base de enladrillar la costa, hipotecas basura y destrucción de la industria tradicional y del sistema de bienestar?

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  4. anónimo valenciano10 de febrero de 2010, 23:01

    Atticus, como siempre muy acertado y muy pedagógico, con lo fácil que resulta decir la verdad y nada mas que la verdad, claro que si esto pasara Canal 9 no existiría ya que su único objetivo es tergiversar y mentir constantemente para maquillar una verdad que a los dirigentes valencianos no les interesa que se sepa.

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  5. Como buenos "dictadores democráticos", esta claro. Aunque espero que esa democracia no vuelva a darles honores.

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  6. !!!!!despido libre ya!!!!!!
    Por cierto....¿¿cultura del intervenSionismo??

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