Demasiadas incertidumbres

A fecha de hoy parece ser que finalmente Alonso estará en Valencia, hay que ver lo que tienen que estar padeciendo los responsables del circo valenciano de la F1, la última carrera, situaba a nuestro campeón en "pole position" y por tanto con muchas posibilidades de podio, pero todo se fue al traste por una tuerca, o similar, a partir de ahí las alegrías se tornan preocupación y comienza una compleja romería para intentar salvar al piloto español de una sanción que suponía que no iba a participar en la carrera de Valencia, ingentes esfuerzos de nuestros máximos representantes realizando gestiones encaminadas a garantizar una presencia absolutamente indispensable para alcanzar un éxito muy dudoso, a la vista del ritmo de venta de las entradas muy inferior al del año pasado. Este comportamiento de nuestros representantes políticos nos recuerda conductas absolutamente humillantes de nuestra alcaldesa "suplicando" a los responsables de las carreras de barcos que hicieran todo lo posible para que se efectuasen en Valencia. A la vista de las dificultades para que la sanción se levantara, comienza una carrera contra reloj para intentar subsanar esta posible ausencia de nuestro piloto y se opta por un "plan B": intentar la presencia de Schumacher, en esos momentos el circo adquiere carácter de remake, pero finalmente el cuello del campeón de antaño no está para bromas y le impide participar. Todo este trayecto por un empeño en impulsar un determinado tipo de medidas públicas que poco tiene que ver con el interés de los valencianos y está mas relacionado con los amigos del poder, los negocios del entorno y las intentos de convencer a los valencianos de que somos lo que no somos. Desde el momento que surgió la posibilidad de que se montará en Valencia la F1, al igual que otro tipo de eventos que hemos tenido, como la visita del Papa, la Americas Cup, me he preguntado cuantas manifestaciones de los valencianos se han llevado a cabo pidiendo este tipo de eventos y la respuesta es, en todos los casos, la misma, 0, en cambio si que hemos tenido que asistir a presencias masivas en la calle pidiendo la aplicación de la Ley de la Dependencia o la retirada del aprendizaje de EpC en inglés o responsabilidades políticas por el accidente de metro y la respuesta en todos los casos ha sido la misma: ignorar la opinión de los ciudadanos. Pero que diferencia tan abismal con el interés demostrado por los negocios de los amigos ¿Cuándo, nuestros políticos locales, van a poner el mismo empeño que derrochan en mantener los grandes eventos, en la aplicación de los derechos sociales incumplidos en esta Comunitat?