El cambio y la insistencia de mensajes propicia el cambio de realidad. Estrategia utilizada hasta la saciedad por el gobierno de Camps y en general por el PP. La derecha no duda y la izquierda titubea, y eso no es aconsejable.
Instalados en el cinismo y en la desvergüenza, moviéndose con la disciplina de un ejército, hacen dejación de sus responsabilidades, haciendo creer que el problema lo han generado los demás por lo que la solución también tiene que ser puesta por los otros.
Con este panorama, ¿qué coherencia estamos trasmitiendo a los ciudadanos/as mas jóvenes? Les estamos pidiendo que se comporten con responsabilidad, con respeto, con solidaridad. Nos enfadamos porque están agresivos, porque incumplen requisitos, a veces absurdos; les expulsamos del sistema escolar, para que aprendan. Les denunciamos por mal comportamiento y se les castiga. Les etiquetamos como "fracasados" y les rompemos el futuro.
Mientras el Sr. Camps y los suyos, se permiten el lujo de saltarse las normas y se les premia. De desgobernar y se enriquecen. De mentir y parecer víctimas. De parecer "corderos", cuando en realidad son "lobos".
Vuelvo a insistir, ¿con este panorama qué sociedad estamos construyendo que realmente sirva como referencia para un crecimiento sano de nuestros niños/as?.
Con esta reflexión pretendo no caer en la desesperanza sino seguir en el camino de denuncia del cinismo. Cuantas más veces digamos que el gobierno del Sr. Camps está instalado en la hipocresía, estaremos contribuyendo al cambio de la realidad. Y un cambio en esta Comunidad es necesario y posible.
Instalados en el cinismo y en la desvergüenza, moviéndose con la disciplina de un ejército, hacen dejación de sus responsabilidades, haciendo creer que el problema lo han generado los demás por lo que la solución también tiene que ser puesta por los otros.
Con este panorama, ¿qué coherencia estamos trasmitiendo a los ciudadanos/as mas jóvenes? Les estamos pidiendo que se comporten con responsabilidad, con respeto, con solidaridad. Nos enfadamos porque están agresivos, porque incumplen requisitos, a veces absurdos; les expulsamos del sistema escolar, para que aprendan. Les denunciamos por mal comportamiento y se les castiga. Les etiquetamos como "fracasados" y les rompemos el futuro.
Mientras el Sr. Camps y los suyos, se permiten el lujo de saltarse las normas y se les premia. De desgobernar y se enriquecen. De mentir y parecer víctimas. De parecer "corderos", cuando en realidad son "lobos".
Vuelvo a insistir, ¿con este panorama qué sociedad estamos construyendo que realmente sirva como referencia para un crecimiento sano de nuestros niños/as?.
Con esta reflexión pretendo no caer en la desesperanza sino seguir en el camino de denuncia del cinismo. Cuantas más veces digamos que el gobierno del Sr. Camps está instalado en la hipocresía, estaremos contribuyendo al cambio de la realidad. Y un cambio en esta Comunidad es necesario y posible.
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