HAMBRE EN EL MUNDO ...Y TAMBIÉN AQUÍ

Se acaban de reunir en Roma expertos de la FAO y dirigentes de diferentes países para hablar de un tema tan sangrante como es el hambre en el mundo, según los expertos son varias las causas que origina este drama y destacan principalmente las siguientes: las subvenciones y aranceles que se utilizan en los países desarrollados con los productos agrícolas, que impiden la libre circulación de productos procedentes de zonas poco desarrolladas, el premio nobel de economía Joseph Stiglitz denunciaba, que una vaca europea recibe de subvención diaria un importe superior al que tienen muchas personas para sobrevivir en un país pobre. También está resultando un elemento importante la climatología, con la pertinaz sequía que contribuye a generar unas condiciones muy difíciles para los cultivos. En tercer lugar, son muchas las voces que apuntan hacia la utilización de importantes extensiones de cultivos para biocombustible en lugar de cómo materia prima de alimentos.

Además hay coincidencia en reconocer que las ayudas internacionales son insuficientes y también en denunciar que en muchas zonas necesitadas no llegan los efectos de la solidaridad porque existen dirigentes corruptos que las utilizan para beneficio personal. Causas todas ellas que no tiene soluciones fáciles.

Pero el hambre ya no es solo patrimonio de los más pobres del planeta, comienza a planear también en zonas desarrolladas, hace unos días Cáritas denunciaba en su memoria anual los numerosos casos de necesidad extrema en la Comunidad Valenciana. En las zonas desarrolladas las causas del drama poco tienen que ver con la situación en el tercer mundo, los recursos existen y la posibilidad de hacer llegar ayudas a aquellos que lo necesitan está prevista a través de prestaciones y servicios que redistribuyen una parte de la riqueza. En estos casos, la falta de atención de las necesidades más básicas está vinculada a una ineficaz gestión de las políticas de protección social, y sobre todo a una ceguera social en los dirigentes que son incapaces de ver las consecuencias de la inacción de los poderes públicos en temas tan sensibles como la exclusión, algo que además se hace presumiendo de riqueza, de estar en el "top ten" de los poderosos.