La consejera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, dio ayer por agotado el actual modelo de prestaciones sociales de la Generalitat. Sánchez Zaplana anunció que derogará el marco legislativo vigente desde 1997. La intención, según explicó la consejera, es crear un Sistema Valenciano de Servicios Sociales configurado como una única red pública de atención social y elaborar un “catálogo de recursos sociales, que servirá de herramienta eficaz para garantizar la transparencia y acceso de la ciudadanía a los servicios sociales”. La oposición no piensa igual que la titular de Bienestar, los calificativos que utilizan respecto al futuro es la conversión de un sistema de derechos en una organización de beneficencia y parte de razón tienen los distintos grupos y entidades que critican los cambios previstos ya que la situación actual no responde a un proceso de agotamiento tal y como se presenta de manera torticera, simplemente no es verdad, se trata de una liquidación en toda la regla, a golpe de recortes, retrasos, incumplimiento, mentiras y abusos de poder, especialmente con los colectivos y las personas que peor lo están pasando. No hace falta un marco nuevo, es mucho más sencillo, hay que aplicar adecuadamente el vigente. En la Comunitat Valenciana nos cabe el dudoso honor de ser uno de los territorios con mayor reconocimiento de derechos en papel y menos garantías reales en la aplicación de la normativa social, ya que constantemente se vulneran con retrasos, impagos y sobre todo con una lentitud administrativa que acaba haciendo absolutamente ineficaz la normativa social vigente. Por tanto señora Consellera, menos agota mientos y más cumplimientos de un marco normativo que le obliga a usted la primera.
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