Otro
hachazo más al Estado de bienestar, sanidad educación, dependencia, servicios
sociales… y ahora el desempleo y las pensiones . El pasado viernes nos
informaron, desde el Gobierno que se endurecen las condiciones
para aquellos desempleados que más lo necesitan, los mayores de 55 y además, de
una sola “tacada”, se incrementan los
años de cotización para alcanzar el derecho a recibir una pensión. Con estas
medidas hay que reconocer la transversalidad de las medidas adoptadas ya que se
repercute por igual en distintas cohortes generacionales; a los parados
mayores, el mercado les condena a no tener empleo y ahora el Gobierno les quita
la última red de protección social, difícil combinación de funestas
consecuencias. Pero ahí no acaba la cosa, este Gobierno, que no iba a
sobrepasar la línea roja de las pensiones, se salta a la torera el Pacto de
Toledo y endurece el acceso al sistema, lanzando un mensaje durísimo a todos
los trabajadores y especialmente a los más jóvenes, situándolos en un horizonte
prácticamente inalcanzable de cotizaciones para cobrar una pensión digan. Con un
paro juvenil por encima del 50% es impensable el periodo de cotización que
pretende el actual gobierno, simple y llanamente se ha producido un recorte en
derechos poniendo las metas tan elevadas que imposibilita llegar en condiciones
de alcanzar sus beneficios. Sería muy
triste reproducir el panorama que hoy día se vive en países menos desarrollados
que el nuestro, en el que no es extraño encontrar, taxistas, carameros, limpiadoras
con edades que están cercanas a los 80 años y que apenas pueden con su alma
pero que necesitan seguir cotizando para morirse habiendo alcanzado el derecho
a una pensión. Lamentable,
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